11.7.14

HYPATIA


Extracto de Sinesio de Cirene, intelectual. La escuela de Hypatia de Alejandría/autor J.M. Blázquez Martínez/UCM :

Una de las figuras más originales de la Iglesia de los siglos IV y V, por muchos conceptos, es Sinesio, nacido hacia el año 370 y muerto en 413. Los padres de Sinesio de Cirene se preocuparon de que recibiera una buena formación de oratoria, tan necesaria para desempeñar los cargos públicos y ser un buen abogado.(…) Antes del año 395, sus padres le enviaron a completar su formación a Alejandría, la gran necrópolis cultural de Egipto, y una de las mayores de todo el Mediterráneo, donde habían enseñado, PantenoClemente y Orígenes.



En la ciudad frecuentó las lecciones de Hypatia, hija del matemático y astrónomo Teón, durante dos años (393-395). Hypatia inició a Sinesio en la filosofía, y concretamente en el neoplatonismo; igualmente inició a su discípulo en el misticismo de Jámblico y posiblemente en los oráculos caldeos, en las ciencias ocultas y en el Hermeticismo.

Hypatia atrajo a sus enseñanzas gran número de discípulos entre los que Sinesio fue el preferido. También se inició junto a ella en las ciencias aplicadas, como lo prueba que confeccionó un planisferio celeste y un hidroscopio para pesar los líquidos, que es el precedente del actual aerómetro para medir la densidad de los líquidos. Según lo describe Sinesio en una carta dirigida a Hypatia.

Las menciones de los filósofos preferidos por Sinesio, que debieron ser los que con preferencia explicaba o recomendaba Hypatia, dan el siguiente conjunto. Sinesio menciona en sus cartas 9 veces a Plotino, 3 a Porfirio, 126 a Platón y 20 veces a Aristóteles. Un breve análisis de las citas elegidas es altamente ilustrativo de las preferencias de Sinesio, e indirectamente de los temas tratados por Hypatia.(…)

Sinesio se interesa por las virtudes como elementos de la filosofía total. Son el primer camino para ascender hacia el intelecto. Sinesio arremete contra los que desdeñan la educación y se entregan a prácticas absurdas y se dan aires de filósofos. (…) Sin embargo reconoce Sinesio, que filosofar en público siempre originó entre los hombres un gran desprecio por las cosas divinas. Sinesio, en una carta, dirigida a Pilémenes, reconoce que los tiempos no son buenos para dedicarse a la filosofía pues “con quien se ha dedicado a la filosofía los dioses se enemistan y no canalizan la fortuna hacia él”. Sinesio no desconocía que “el lote asignado por la divinidad a la venerable filosofía es el infortunio”. El momento para entregarse a la filosofía era malo en Cirene.

Sinesio, en carta enviada a Pilémenes, valora muy alta la geometría, pues afirma que las definiciones geométricas son más verdaderas desde el momento en que es propio del resto de las ciencias hacer gala de poder recurrir por poco que sea, a la geometría para sus propias demostraciones. Esta valoración puede proceder de Pitágoras o de las enseñanzas de Hypatia. El conocimiento de la filosofía la aprendió Sinesio en las clases de Hypatia según indica en carta a Herculiano. El interés por la filosofía une a estos dos amigos. (…)

En su tratado Sobre los sueños, enviado a Hypatia en 405, e importante en la literatura onirocrítica por anticiparse a la psicología moderna, menciona la opinión expresada por Aristóteles en la Metafísica, de que “la percepción produce memoria, la memoria experiencia, la experiencia, saber científico”. (…) Su interés por la filosofía debe datar de los tiempos de su educación, bajo la dirección de Hypatia en Alejandría.(…)

Señala Sinesio los pasos que hay que dar en la educación. Primero la poesía, la retórica y la literatura, para pasar a las ciencias, que preparan para aspirar a las alturas. Aquí describe Sinesio la trayectoria de sus estudios, primero poesía y retórica, posiblemente en Cirene; matemáticas con Hypatia y, finalmente, filosofía neoplatónica.(…)

Fresco: "La escuela de Atenas" [Rafael]

Hypatia fue la iniciadora en la filosofía. La llama su madre, hermana y maestra, benefactora en todo lo que para él tenía valor en dichos o hechos, un bien inolvidable, honrada tanto por particulares como por magistrados, auténtica maestra de los misterios de la filosofía.

A su maestra dirigió Sinesio las cartas, de comienzos del 413, en vísperas de su muerte; en la que le comunica que desea vivamente recibir las cartas del año 396 y 405. Conservó Sinesio un excelente recuerdo de los discípulos de Alejandría y en la carta, escrita poco antes de morir, les envía recuerdos.(…)
(...) Y pese a todo Sinesio no ha cambiado en el fondo. Cuantas obligaciones asume son otros tantos pesados fardos, con los que padece indeciblemente. Como en un lamento afirma, que todo ha sido alterado, pasando para siempre las alegrías, los honores, la felicidad de que en otros tiempos fue colmada su vida. Trágicos acontecimientos se habían abatido sobre su familia. Su hermano debió huir del país para no ser nombrado decurión, o sea, garante oficial de las recaudaciones públicas, lo que representaba para el interesado la ruina económica. Sinesio vió morir uno tras otro a sus tres hijos, y la pena que sintió fue tremenda. Pero en público disimulaba dignamente estos sufrimientos; sólo de cuando en cuando, en las cartas que dirigía a sus amigos , desahogaba su dolor. Una de sus últimas cartas, en la cual expresa el más doloroso hastío de la vida, está dirigida a Hipatia, su "señora" y maestra,(...). [ver páginas 169, 170, 171,..de Los padres de la Iglesia ]

Sinesio de Cirene es un buen representante de una sociedad rica, culta y cristiana, que se preocupó de la educación de los hijos. Es un buen representante de un tipo de intelectual muy al tanto de las corrientes filosóficas del momento. Fue un buen embajador en la corte de Arcadio, enviado por su ciudad para lograr una disminución de las contribuciones. Era dado a los placeres de la caza, como solían ser estos ricos y a las armas.

La escuela de Hypatia, donde se formó intelectualmente y a la que conservó un profundo cariño toda su vida, no desmerecía de la de Atenas donde se educaron Basilio y Gregorio Nacianceno, ni la de Libanio en Antioquía, donde estudió Crisóstomo, el príncipe de la oratoria cristiana, ni la de Beiruth.(…)

Sinesio conserva en su correspondencia los nombres de los alumnos de Hypatia, que fueron condiscípulos suyos. Algunos no son más que nombres. Se ha calculado que Sinesio estudió en Alejandría aproximadamente entre los años 390-393, hasta 395-396. Sinesio mantuvo contactos con su maestra siempre, le envió sus obras y esperó su correspondencia. Al final de la vida, las relaciones entre maestra y discípulo se enfriaron algo por motivos desconocidos.

El amigo más entrañable de Sinesio se llamaba Herculiano, al que consideraba “el mejor de los hombres, el hermano tres veces deseado”. Las primeras lecciones de Hypatia causaron profunda impresión en Sinesio y en Herculiano, que debió permanecer muchos años en la escuela de Hypatia. Pertenecía, muy probablemente, a una familia acomodada, que le costeó su estancia en Alejandría durante mucho tiempo. La separación de ambos amigos impactó profundamente a Sinesio, que se encontraba solo y desolado. La correspondencia cruzada entre ambos rezuma el recuerdo de los años vividos en Alejandría, frecuentando la escuela de Hypatia. (…)


Muy probablemente Hypatia animaba a sus alumnos a alcanzar un buen estilo y a sembrar sus enseñanzas con frases de autores griegos como HomeroAristófanes y otros muchos citados por Sinesio en sus obras. Se conoce el nombre del joven que llevaba las cartas de Sinesio a Herculiano, que era el hermano de este, del que no se sabe nada más. Se ha sugerido que fuera Flavio Tauro Seleuco Ciro, alto funcionario de la corte de Teodosio II, protegido de la emperatriz Eudoxia y poeta épico famoso. (…) Herculiano estaba, seguramente, bien relacionado con los altos cargos civiles y militares como se desprende de estos datos.(…)

Un alumno de Hypatia y compañero de Sinesio se llamaba Olimpio, al que envía saludos a través de Herculiano. Olimpio era un rico terrateniente de Seleucia de Pieria. Estudió en la academia de Hypatia varios años. En una carta Sinesio expresa a su amigo su nostalgia al volver a pasar unos cuantos días en Alejandría y visitar los amigos. De hecho estuvo en la gran metrópolis de Egipto entre los años 401/402 y 404, y en los años 407, 410, 411/412.

Sinesio siempre mantuvo una excelente amistad con Olimpio. Les unía su amor al campo y el género de vida que los aristócratas llevaban en sus fincas. Ambos amigos tenían los mismos amores por los caballos, los perros y la caza; idéntica inclinación por la escritura y por el pensamiento. La finca de Sinesio se hallaba situada a unos 30 km de Cirene. En ella se dedicaba al cultivo de la filosofía y consideraba su estancia en ella como la Edad dorada de su vida. Olimpio visitó a Sinesio en Cirene. (…)

Ante el peligro de una incursión de los bárbaros en Cirene, como la del año 405, Sinesio solicitó a su amigo que le enviara un caballo, arcos y flechas.
Olimpio era un amigo de absoluta confianza, al que podía informar de los problemas más candentes del momento, como sus dudas cuando le nombraron obispo de Tolemaida. En la carta le informa de los graves problemas que tenía planteados en su obispado, motivados por los herejes eunomianos, que seguían las doctrinas de Arrio, condenadas en el Concilio de Nicea, en 325. Olimpio era un cristiano que podía combatir con éxito a los eunomianos. (…)

La correspondencia entre Herculiano y Olimpio recoge los nombres de otros alumnos de Hypatia, como Isión, que visitó a Sinesio en Cirene y que fue recibido como un miembro de la familia. Era íntimo de Olimpio y de Herculiano. Los tres, Sinesio, Isión y Olimpio se debieron conocer en Alejandría cuando frecuentaban las clases de Hypatia.

Se conocen los nombres de varios jóvenes que llevaron la correspondencia entre los amigos, como Siro, que entregó las cartas de Sinesio a Olimpio. Era amigo de Sinesio y de Pedro, que llevó una carta de Sinesio a Hypatia . Los dos debían ser alumnos de Hypatia y compatriotas de Olimpio. Otro compañero de estudios fue Hesiquio, al que conoció Sinesio en las clases impartidas por Hypatia de geometría. (…)

Hesiquio se trasladó a Alejandría, a donde Sinesio le envió varias cartas y le ordena que salude a Hypatia y a sus discípulos. Hesiquio desempeñó importantes cargos en la administración pública, pues fue probablemente gobernador de Libia Superior que estaba sujeta a praesides. Quizá recibió el título de corrector y pudo ser dux et corrector Libyarum, cargo similar al de dux et corrector Tripolitanae. Sinesio ruega a Hesiquio se porte bien con su hermano y añade un dato muy importante sobre los discípulos de Hypatia, que todos debían formar una comunidad y tratarse como miembros de una misma familia.

Sinesio mantuvo excelentes relaciones con su hermano menor, al que dirigió cartas. Tenía mucha confianza en él y le confiaba sus problemas personales, como las dudas sobre aceptar el episcopado, que Sinesio no quería. Posiblemente sucedió a su hermano al frente del episcopado de Tolemaida, y asistió como representante de Libia al Concilio de Éfeso.

Cometería una negligencia inadmisible si no expresara a los ciudadanos de Tolemaida mi agradecimiento por la estima que me demuestran llamándome a un deber, que a mi entender, es superior a mis fuerzas (...). No obstante, dada la grandeza de la causa, dice estar dispuesto a renunciar a los placeres de la caza, a los deportes y a los estudios personales. Por el contrario, de ninguna manera piensa hacer lo mismo respecto a su matrimonio. Le parecía tan ilícito separarse de su esposa como continuar manteniendo con ella, clandestinamente, relaciones conyugales(...)
En cuanto a su conversión oficial y a la admisión del bautismo, condiciones necesarias para acceder a la función episcopal, Sinesio no presenta objeción alguna.
Mucho más importante se revela toda una serie de reservas de orden dogmático, que el formula prudentemente, pero que no deben prestarse a equívocos: se le debía permitir en el futuro, al igual que en el pasado, interpretar la fe como filósofo y permanecer fiel a su antigua convicción en el caso de que ésta se encontrara en oposición irreductible con la doctrina oficialmente reconocida por la Iglesia.
La eternidad del Universo, la preexistencia del alma, la fe en la inmortalidad, pero no en la resurección de la carne, son para él otros tantos artículos de fe. Declara no querer insistir sobre esas divergencias; pero que no se espere de su parte explicaciones tendentes a explicar lo contrario de lo que él piensa; que se respete su filosofía personal, y él estará dispuesto a hablar de "mitología" en público.(...) [ver páginas 167,168,..de Los padres de la Iglesia ]

Otros familiares de Sinesio fueron discípulos, igualmente, de Hypatia, como su tío, hermano del padre, Alejandro. (…)

Entre los que seguían las lecciones de Hypatia se encuentran altos funcionarios de la administración imperial, como Orestes, que desempeñó los cargos de prefecto imperial de Alejandría, y de gobernador civil de Egipto entre los años 412 y 415 (¿?). Orestes mantenía muy buenas relaciones con Hypatia.

Sócrates escolástico (380-450), alumno de los gramáticos paganos, Elladio y Ammonio, huidos hacia el 390 de Alejandría, y de exégesis bíblica del arriano Timoteo, en su Historia eclesiástica, que es una continuación de la de Eusebio, indica que Orestes consultaba a Hypatia en asuntos del municipio y de la política, consultas que confirman la alta estima de la que gozaba Hypatia como buena consejera de los más altas magistraturas de Alejandría, dato confirmado por Damascio, retórico nacido en torno al 458. Fue el principal alumno de la academia platónica, que después de su disolución en 529, marcho a Persia, 531, y volvió al Imperio después de dos años.(...)

Gozaba Hypatia, según este autor, de un gran influjo político, cultural y socialEra muy popular entre la población de cierto nivel. Las altas magistraturas de la ciudad la visitaban frecuentemente, por ser uno de los primeros personajes de la ciudad. No se puede hacer mayor elogio de una persona que las frases de Damascio. Sócrates escolástico añade algún dato importante sobre Orestes, como que el patriarca de Constantinopla, Ático, le bautizó antes de ir a desempeñar su cargo en Egipto.

Una noticia muy significativa sobre el influjo de las enseñanzas de Hypatia se lee en Juan de Nikiu, enemigo personal de la profesora, cual es que por influencia de las prácticas mágicas de Hypatia, Orestes dejó de frecuentar la iglesia como hacía antes y que la honraba sobremanera.(…)

En la correspondencia de Sinesio se pueden 'espigar' noticias importantes no sólo de las enseñanzas de Hypatia, sino de sus discípulos. Eran gentes acomodadas e interesadas por la cultura griega. Formaron un grupo que mantuvo una gran cohesión. Estaba integrado por paganos y por cristianos. No parece que tuvieran choques entre sí por motivos religiosos.
Mantuvieron siempre una gran admiración por su maestra, persona de gran influjo en la ciudad, incluso entre el cargo más alto eclesiástico, como el patriarca Teófilo, al que le pide Sinesio que interceda ante las más altas magistraturas de la ciudad a favor de Niceo.

Para Sinesio, Hypatia y Teófilo habían alcanzado la misma influencia y poder.

Teófilo era inteligente y enérgico y sin escrúpulos en su actuación. Favoreció el final del paganismo en Egipto. En 391 se destruyó el famoso Serapeum y la biblioteca anexa a él. Fue un gran constructor de iglesias. Contó con grandes enemigos (Palladio, Sócrates y Sozomeno) y admiradores (Arnobio, Teodoreto, Virgilio de Tapso y los monjes). Fue enemigo de Juan Crisóstomo al que había consagrado en 398. Era un chaquetero. Primero admiró a Orígenes y después (en 399) fue un adversario del gran alejandrino, al igual que hizo Jerónimo. Le condenó en un sinodo celebrado en 401 y persiguió implacablemente a sus seguidores Ammón, Dioscoro, Eusebio y Eutimo.

Varios alumnos de Hypatia alcanzaron altas magistraturas civiles y religiosas. Hypatia, pagana, no tuvo conflictos con Teófilo. Mantuvo correspondencia con Sinesio siendo ya obispo celoso. Hypatia fue muy estimada siempre de sus alumnos y de las clases dirigentes de Alejandría. Fue la última educadora de la juventud de Alejandría durante muchos años, a pesar de ser mujer. Las enseñanzas las impartía sólo ella en la academia.

La muerte de Hypatia, muy probablemente, esta en relación con la lucha entre el poder imperial, representado por Orestes y el poder episcopal por CiriloHypatia apoyó a Orestes según Sócrates escolástico.

En esta pugna Damascio afirma que Cirilo pertenecía al partido opuesto al de Hypatia. Según este autor, el patriarca envidiaba a Hypatia por el prestigio que gozaba entre las capas sociales altas de Alejandría, como funcionarios municipales que serían cristianos en su mayoría, hipótesis también sugerida por Hesiquio.

Este último autor escribe tajantemente que Hypatia era adorada y reverenciada en Alejandría y que había recibido muchas distinciones cívicas. Hypatia era una enemiga peligrosa para la causa de Cirilo.

Hypatia, sin embargo, no gozaba de prestigio entre el populacho de Alejandría al no moverse en su esfera. Juan de Nikiu cuenta que se intentaba desprestigiarla presentándola como una bruja peligrosa entregada a la magia negra, condenada expresamente al igual que la brujería, los magos y los hechiceros, en el Código de Teodosio. Esta calumnia debía proceder del clero.

Hesiquio sugiere que la astrología vinculada con la adivinación y la magia negra fueron las causas de la muerte de Hypatia.

Juan de Nikiu culpa a Hypatia del conflicto entre cristianos y judíos, descrito por Sócrates, que en principio eran protegidos por Orestes, año 414. Finalmente los cristianos saquearon las sinagogas y las convirtieron en iglesias y desterraron a los judíos de Alejandría. Según Juan de Nikiu los que tramaron la muerte de Hypatia era una multitud de creyentes, a los que Damascio califica de bestias al frente de las cuales se puso Pedro, un posible curial.

El asesinato de la profesora se ejecutó en marzo del 415, durante la cuaresma, al regresar Hypatia en carruaje a casa, la plebe la sacó del vehículo, la arrastró a la iglesia, la desnudó y asesinó con estacas. Luego llevó su cuerpo a Cinaren, de emplazamiento desconocido, para quemarlo, dato confirmado por Malalas. Juan de Nikiu indica también que el cuerpo fue despedazado por los alejandrinos y sus miembros esparcidos por la ciudad.

Hypatia tenía unos 60 años al morir. Según Damascio, el crimen político de Hypatia quedó impune. Juan de Nikiu puntualiza por su parte que los alejandrinos, después de asesinar a Hypatia tuvieron a Cirilo por el nuevo Teófilo, tío suyo, por destruir los últimos restos de idolatría. (…)

Se ha supuesto que la guardia de Cirilo fue la asesina material de Hypatia y la propagadora de la acusación de brujería, la guardia sería la instigadora de la plebe alejandrina. No parece que los monjes fueran los ejecutores del crimen, pues, según Sócrates, habían huido después de atacar a Orestes. Juan de Nikiu apunta a que el asesinato se debe a cristianos fanáticos. Teófanes lo atribuye al populacho.

Según Filóstrato el crimen fue obra de cristianos ortodoxos del círculo con Cirilo, que fue sin duda el instigador de la campaña calumniosa contra HypatiaMalalas, por su parte, acusa a Cirilo de incitar al pueblo. El éxito de Cirilo fue contraproducente.

Sócrates escribe que el asesinato de Hypatia deshonró a Cirilo y a la iglesia de Alejandría. El historiador eclesiástico puntualiza que los alejandrinos eran muy inclinados a cometer disturbios, característica apuntada también por Hesiquio, al referirse, con ocasión de narrar la muerte de Hypatia, al asesinato de dos obispos, Jorge, obispo arriano asesinado en 361 y Proterio, muerto en 457, ambos cuerpos fueron arrastrados por la ciudad y quemados.

El asesinato de Hypatia es uno de los más repugnantes crímenes cometidos por la Iglesia de la Tarda Antigüedad, que los alejandrinos tardaron en olvidar.

Fuente Sinesio de Cirene, intelectual. La escuela de Hypatia de Alejandría/autor J.M. Blázquez Martínez/UCM [documento con interesantísimas citas y notas]


Una vez cumplida, con el asesinato de Hipatia, su venganza sobre Orestes, Cirilo no se atrevió a realizar más actos violentos contra los filósofos paganos de Alejandría. En esto influyeron tres razones.

La primera consistía en que a Cirilo no le interesaba volver a tener un enfrentamiento con las autoridades constantinopolitana, pues en conformidad con la Suda el emperador quiso en principio castigar a Cirilo por la muerte de Hipatia, y además Teodosio intentaba proteger las enseñanzas filosóficas.

El segundo motivo radica en la fuerza del elemento pagano de Alejandría, de la que queda un exponente en que a fines del siglo V los miembros de la escuela filosófica de la ciudad aún celebraban ritos paganos en la localidad de Menuthis.

Pero existe un elemento más sutil, indicativo de que el linchamiento de Hipatia no fue más que un episodio aislado. Dice Sócrates que en el transcurso del motín de los monjes de Nitria contra Orestes, los alejandrinos ayudaron al prefecto Orestes.

(...) Cirilo con esta sublevación de los monjes de Nitria y con la muerte de Hipatia, había comprometido gravemente la íntima alianza que desde Atanasio reinaba entre los monjes del desierto y los cristianos de Alejandría, y que constituía la base del poder del obispo de la ciudad y el punto de apoyo imprescindible para emprender las aventuras expansionistas de su zona de influencia por el Mediterráneo Oriental. Y Cirilo, buen imitador de Atanasio, no podía tolerar la quiebra de esta unión. Tomado de La muerte de Hipatia/Gonzalo Fernández/UAH [ver citas y notas]